lunes, 2 de abril de 2012

Sin canciones de fondo.

La vida es una rutina con leves imprevistos. Hay ocasiones que hacemos todo inconscientemente: levantarnos, lavarnos la cara, vestirnos, ir al instituto. Luego, hay veces que esa rutina se rompe: ir al cine, quedar con los amigos. Esas pequeñas intervenciones en nuestra cadena vital son las que nos  hace felices, lo cotidiano termina por ser tedioso (por mucho que nos guste) sin esos pequeños saltos en el espacio-tiempo.
Yo tengo esa manía de salir con música a todos lados, es una necesidad. Pero hace poco, sin querer, me olvide mi MP4. Salí a correr y me di cuenta de la diferencia. Suelo distraerme con la música con tal de ignorar mis pensamientos, al igual que alguien evade un tema hablando de otro. Ese día pude replantearme muchas cosas, quizás algunas que no quería escuchar, ni siquiera de mi misma.

Las personas hemos dejado de escucharnos a nosotros mismos. Las películas necesitan una canción de fondo para emocionar al público.  Incluso solemos buscar respuestas en el exterior cuando nosotros siempre tendremos la última palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario