sábado, 6 de julio de 2013

Entre esqueletos.. preparandome para volar.

Hacía tanto tiempo que no me paraba a escribir nada, quizás alguna frase, algun texto simple, alguna carta de amor. Pero echaba de menos pararme a buscar las palabras adecuadas para explicar cualquier cosa.
Se siente en el aire, ahora que llega el verano, que las cosas cambian. Que algo avanza, y aunque no sea yo la que lo haga, parece que es hora de dejar los problemas, "el muerto", y tomar las riendas de ese camino que nos espera. Claro está, aun queda toda una vida por delante para ver el final, pero aunque me haya sentado un tiempo en un banco, a ver pasear los demás, mi trasero esta plano y necesita ponerse en forma.
Pero no estamos hechos de mantequillas, no cambiamos de estado al estar al sol, ni nos endurecemos al frío. Somos nosotros, los que "creemos cambiar", al pasar de una etapa a otra, cuando esta etapa no es más que una triste percepción del tiempo, con unas actividades distintas que antes. Pero estoy segura que llegados el momento, volveremos a ser los mismo, que al volver a sentarte en el sofá de siempre y ver esa serie típica, en la que (tristemente) te sabes el horario, recordarás que eres la misma persona, pero más viej@.
No obstante, hay que darse cuenta, que aunque nos cambiemos en nuestra esencia, si podemos cambiar nuestro exterior, y que esos sueños de niños se hagan realidad es "ese cambio" que siempre esperamos. No hay que desesperarse, porque a veces las cosas no llegan rápido, ni fácil, ni siquiera llevadero, pero si insistes, por su puesto que lo lograras. O esto me digo a mi misma, cuando mis sueños están por los suelos, y los ánimos bajo tierra.


Ya que los sueños, no son solo sueños, son ese futuro al que algun día, quizás, alcancemos.