Solo tenemos que creer, para poder.

-¡Puedo hacerlo!  ¡Puedo hacerlo!  ¡Puedo hacerlo! -Se repetía una y otra vez. Le miró: alto, guapo y con esa sonrisa tan amplia. -No, no puedo hacerlo.

Su amiga, que la había estado observando todo ese tiempo le dijo.

-Si, si puedes, es posible que no seas la típica chica que sale con el. Puede que no te muevas en sus círculos sociales, incluso puede que te diga que no- La cogió de los hombros y la zarandeó. - Pero puedes hacerlo, irás allí, te plantaras delante de el, le sonreirás y se lo dirás. Se firme y confiada.

-Es verdad, gracias, sé que puedo. -La chica cuadró sus hombros y camino hacia el chico, con la cabeza alta y una sonrisa nerviosa.

El novio de la chica que la había animado dijo.

-¿Realmente crees que podrá?

-No -Sonrió -No de la misma manera que yo le he dicho: se pondrá nerviosa, tartamudeará y se tocara el anillo todo el rato. Pero finalmente se lo dirá. Solo es cuestión de confianza.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque para poder hacer algo, hay que creer en ello.