domingo, 22 de enero de 2012

Yo susurro al oído, porque sé que es de mala educación gritar

Querido mundo, hay muchas cosas que decir y muy pocas palabras con las que explicar.
Sentada en mi cama, a oscuras, y sin palabras. Soy una adolescente, un poco madura, muy infantil. Espero demasiado de la vida, pero ese quizás mi mayor problema: que espero muchas cosas.

  • Espero que mañana llueva
  • Espero que la gente abra los ojos y se de cuenta de lo que realmente están haciendo
  • Espero encontrar el amor
  • Espero que los ricos sean más pobres
  • Espero que tu, no me importa tu nombre, lo que hagas o quién seas, sonrías el día de mañana.
  • Espero recordar cada momento
Espero... TODO y a la vez nada.
No me gusta poner etiquetas a las personas: anarquista, religioso, inteligente o bobo. Todos somos consecuentes de lo que hacemos ¿no?
Posiblemente me gustaría levantarme cada día con una sonrisa en la cara, sin malos recuerdos con los que cargar, con todos los deberes hechos y sin tener nada realmente que hacer. Posiblemente. Pero en en realidad quiero ser feliz, no estar bien. Porque no es lo mismo, estar bien no es un sentimiento, por lo que no lo sientes.
El motivo por el que vivimos es para ser felices y luego hacer felices a los demás. No es tan complicado, solo hay que soñar.
Vivimos en un mundo creado de ideas, nada es real. Todo fue idea de alguien más viejo que tu, más sabio, más imaginativo y por lo tanto todo aquello que tu creas hoy también será una idea materializada en este mundo de locos.
Posiblemente no necesitemos ni la mitad de lo que tenemos, pero nos hemos hecho a la idea de que son importantes.
Mi cabeza es esa clase de olla a presión, en la que se mezclan más de un condimento y salen más de una sorpresa.
Todos hemos sufrido más de lo que debemos, no te preocupes cuando se toca fondo no hay más que subir y subir. Para estos días, en los que un trozo de carne o alguna prenda es más cara que tu propia vida no hay más que tener esperanza, salud e intentar ser felices.. porque si no ¿de qué nos sirve vivir?. Nacemos solos y morimos solos, no hagamos de ese camino un paseo por el cementerio, de música espeluznante de fondo. 
No nos dejemos nuestra sonrisa en casa, colgada de una de las perchas del armario. Lucid la, un sonrisa sincera es mejor que cualquier regalo de mil euros.
La risa es ese deporte gratis y universal, que cualquiera, de la edad que sea, puede practicarlo.


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